lunes, 10 de agosto de 2015

12. Un nuevo amor

Carlota

- ¡Dios mío, Carlota! ¡Ayyy! – Isabel entra en casa en un éxtasis total. Sonreía como nunca, sus ojos brillaban hechas dos estrellas y corrió hacía mí.
- ¿Qué ha pasado?
- David… yo… ¡Ayyy! No me quiero bajar de esta nube…
- Lo veo… lo veo todo… ¿me lo contarás?
- ¡Claro! – nos sentamos y ella comienza a contar todo – Me lo encontré junto a la playa y estuvimos allí hablando un poco. Él fue un amor, me ha dicho que le gustaba un montón, pero no me ha dicho nada antes porque pensó que yo no quería nada con él…
- … ¿y entonces?
- Le he dicho que él era especial para mí y su respuesta fue un beso de esos bien caliente… ¡David besa bien! ¡Besa bien, bien, bien!
- ¡Uhuhuh! Me alegro por eso… Isabel y David… esto suena perfectamente... ¡Estoy tan feliz por ti!
- ¡Yo también! Él me ha invitado a cenar esta noche… yo no sé lo que debo vestir…
- Venga, yo te ayudo…
Nos fuimos hacía su habitación y abrimos su armario. Primeramente nos pusimos observando cuales eran las ropas que Isabel tenía y luego empezamos a elegir las mejores. En la cama empezaba a caer uno, dos, tres vestidos, algunos pantalones y algunas camisetas.
- Yo sé que a David le gusta ver a las chicas con vaqueros… ¿te crees que debo…?
- Es una buena opción… - le respondo - … tienes que sumar puntos en tu reputación…
- Entonces ya me lo sé… me llevo estos vaqueros que tanto me encantan con la camiseta verde que me has regalado…
- Me parece bien…
- Estoy un poco nerviosa…
- No tienes motivos para estar nerviosa, Isabel… verás que todo saldrá perfecto…
- Eso espero… ¿y tú? Yo he visto que ayer has llegado a casa riéndote hecha una loca…
- Sí… Pablo me ha dicho que su…
- Espera, espera, espera… - me interrumpe con los ojos bien abiertos mirándome.
- ¿Qué pasa?
- Es la primera vez que sacas el tema Pablo para nuestra conversación… hasta ahora he sido yo… tu no…
- ¿Qué quieres decir con eso? – la interrumpo.
- Dímelo… confiésalo… comienzas a encantarte por Pablo, además ahora que está solo…
- ¿Pero tú te tomas drogas? ¿Alucinas?
- No, no me drogo… si es verdad, puedes confesar, yo no te juzgo…
- Hace algún tiempo que ya no le veía en la piscina… y ayer tuvimos una conversación graciosa, hemos hablado de los nombres que nuestras madres nos llaman…
- Lo sabía… yo supe que Pablo ha dicho a David que tu tenías un nombre muy mono, pero él no reveló cual era… ¿tú tienes un nombre más allá del baby girl?
- Sí, tengo… ¿yo nunca te lo he contado?
- Si lo has hecho, yo no me recuerdo…
- No disfraces, tú lo sabes… yo me recuerdo de mi madre hablar de eso a ti…
- Sí, pero ella solo me ha dicho que tenía conexión con la primera palabra que has dicho, que fue… fue “Boo”…
- Eso es…
- ¿Qué horas son? – me interrumpe.
- Ocho menos diez… - respondo.
- ¡Joder, tengo que darme prisa! – Isabel estaba hecha una loca vistiéndose. Se puso hablando conmigo y solo ahora se enteró de que tiene que prepararse para irse a cenar con David. Esta chica es un poco loca, pero la quiero igual. La ayudo a maquillarse rápidamente, ella se peina el pelo, recoge el chaquetón de cuero y su bolso negros y corre hacía la puerta.
- Deséame suerte…
- Venga… no la necesitas, que ya tienes la suerte contigo… - y así nos despedimos en una abrazo bien apretado.

miércoles, 5 de agosto de 2015

11. Cosas que te dan vergüenza

Carlota

Los días en la piscina los tengo llevado genial. Ahora hay mucha animación y la música se hace escuchar por todos los espacios. Me siento muy alegre en los últimos tiempos, más ahora que tengo autorización de nadar un poco en la piscina cuando no esté a nadie.
Disfruto mucho de llegar aquí, poder quitar la ropa de invierno y estar de bañador y chanclas. Es como si pudiera sentir el verano por algún rato. Un día de esos estaba solo yo, la música y la piscina y las ganas de bailar me hicieron hacer un espectáculo de baile allí mismo. Es como sintiese la verdadera sensación de libertad, pero cuando en uno de los pasos me giro y veo a Pablo aparecer, la vergüenza fue muchísima:
- Puedes seguir bailando, yo nadando en la piscina no veo nada… - me dice.
- Mi trabajo es vigilar a los utilizadores de la piscina y no de bailar…
- Vale… ¿ahora tenemos música?
- Sí… han decidido poner música de fondo… no está nada mal…
- En Madrid no hay eso…
- ¿Pero estás comparando esta piscina a las de Madrid? – digo yo bromeando con él.
- Todo lo que es de Málaga es mucho mejor que Madrid…
- Eso espero…
- Tú eres malagueña…
- ¿Por qué preguntas?
- Por tu cara… defiendes Málaga como solo los malagueños lo hacen…
- Bueno, no he nacido aquí en la ciudad… pero soy de la provincia…
- ¿Eres de Torroles? ¿De Nerja?
- Soy de Marbella… - respondo.
- No estás muy lejos de casa…
- … no estoy lejos, pero me voy muy pocas veces… - le interrumpo – Después me arrepiento porque comienzo a echar de menos mi familia…
- Yo lo sé cuál es esa sensación… ahora que yo paso muchas semanas en Madrid, siento lo mismo…
- Es que yo y mi familia somos muy unidos…
- La mía también… - me interrumpe - ¿Tienes hermanos?
- Tengo una hermana mayor… se llama Elena…
- ¡Qué casualidad! Elena es el nombre de mi madre…
- Qué gracioso… ¿tú tienes hermanos?
- Un hermano y una hermana… los dos son mayores que yo… 
- Seguro que también lo sabes lo que es ser el pequeño de la casa…
- Lo sé, de verdad… pasen los años que pasen, mi madre me sigue llamando de Mon petit chéri
- ¡Mon petit chéri! – lo repito y casi me meo de risa al escucharlo.
- Mi madre es francesa, sabes… tengo que llevar con estas cosas… - afirma él sonriendo.
- Tiene su gracia… pero deberías estar contento, yo escucho cosas muy peores…
- ¿Por qué?
- Yo soy la baby girl de la casa… otras veces me llaman Boo-boo… las madres inglesas tienen estos nombres raros para sus hijas...
Pablo nada me responde por un rato. El tío casi me meaba se risa cuando yo pronuncié el Boo-boo. Es algo a lo que estoy acostumbrada, pero él tiene una risa que contagia.
- Perdóname, pero… Boo-boo es un nombre tan… madre mía, no puedo parar de reírme… - me dice.
- Esto pasa porque la primera palabra que solté en mi vida fue “Boo”… por eso me han dado este nombre un poco ridículo…
- Bueno, revela cariño… sufrimos con estas cosas por tener madre extranjeras…
- Es verdad…
- Tenemos que hacer el Club de los hijos de madres extranjeras…
- Ya… y nos juntamos para lamentar estas cosas, ¡está muy bien! Es un privilegio que nos llamen por estos nombres raros…
- Boo-boo… - dice Pablo con una sonrisa.
- Mon petit chéri… - le digo como venganza.
- Boo-boo… - volvió a repetir.
- Mon petit chéri… - repito sonriendo.
- Boo-boo… Boo-boo…

lunes, 3 de agosto de 2015

10. Una cuestión de interés

Febrero, 2010
Isabel

Me estoy cruzando inmensas veces con Pablo. Cada vez más me encanto por este chico tan majo, que tiene una voz estupenda y una personalidad que me cautiva. Su sencillez es algo de extraordinario.
David me ha contado que la relación de Pablo y Marta se acabó. Por lo que me ha dicho, me suena que fue por la amistad que creó conmigo y con Carlota. Seguro de que se trata de una chica inmensamente celosa y muy posesiva, pero bueno, no quería que la amistad que tengo con él le hiciese semejante daño.
No sé si debo contar a Carlota lo que ha sucedido. Ella que está tan concentrada en sacar buenas notas en los exámenes y siendo ella una persona que se culpa mucho, me lo creo que esta no es la mejor época para hacerlo. Sigo orgullosa de ella, para mí es la hermana que nunca tuve.Lla tía sigue siendo la mejor alumna de la clase de Psicología y David sigue intentando tener algo más con ella.
Pobre Carlota, si fuera ella yo ya había aceptado ser la novia de David. Él es un tío estupendo, un chico como ya hay pocos y ella sigue así, desechando este semejante ser humano. Ya le he dicho algunas veces de que debería darle una oportunidad, pero ella sigue dándome la misma respuesta:
- Yo solo veo a David como un buen amigo y nada más… si sintiese algo más intenso, seguro que lo aceptaría…
- A mí me encantaría tener la oportunidad que estás teniendo ahora… Carlota, ya no existen chicos tan buenos como él…
- ¿Pero te crees que aceptaré solo por esa razón? Yo no siento nada por él, no siento algo así de intenso… esto no terminará bien…
- Bueno, es mejor que hagas eso que hacerle daño…
- Por supuesto… yo le respecto mucho y no quiero hacerle daño, no se lo merece… no quiero crear falsas esperanzas… ¿y tú?
- ¿Yo? ¿Qué quieres que te diga? – le pregunto.
- Me lo parece que tienes algo para contarme… y no me digas que no, que yo te conozco perfectamente…
- Me he cruzado con Pablo…
- ¿Sí?
- Sí…
- ¿Solo eso? Venga, Isabel, di lo que tienes ahí a punto de explotar…
- Pues… Pablo terminó la relación con Marta…
- ¿En serio?
- Sí… yo no sé cuáles fueron los motivos… – miento con todos los dientes que tengo y no sé si estoy haciendo lo mejor - … ¿sabes lo que Pablo me ha contado?
- No…
- Él me ha dicho que te pilló cantando una canción suya en la piscina…
- ¡Oye! Con tantas cosas para hablar, ¿él tenía que contarte eso?
- ¿Algún problema? Me ha dicho que bailas muy bien… Carlota, ¿yo debo quedarme celosa?
- ¿Porqué?
- Ya te llevas elogios de Pablo y hablas tan poco con él… yo que lo veo muchas veces no tengo ese privilegio…
- ¿Estás enamorada por él? – me pregunta Carlota con una sonrisa.
- No es estar enamorada… pero yo quería tener una amistad más cerca con él… - respondo.
- Lo veo… pero sabes perfectamente que lo conoces hace poco tiempo, las amistades más cercas no nacen en poco tiempo…
- Yo lo sé… con David yo hizo una amistad muy buena en poco tiempo…
- … pero con David se notó una gran conexión… ¿te recuerdas que en el día que le conociste habéis hablado tanto?
- Sí… - respondo con una sonrisa al recordar ese día – Yo tengo que confesar que cuando estoy con David me siento muy bien…
- Entonces yo te digo una cosita, Isabel… dile eso a él… verás lo que pasará…
- ¡Pero él está interesado en ti!
- … porque tú ya le has dicho que él era un buen amigo… y ahora se interesó en mí porque lo sabe qué contigo no tendrá nada…
- ¿Te crees que es eso?
- Sí, créeme… eres la única con quién David bromea más, se ríe más… se nota que vosotros tenéis una conexión extremamente fuerte… una conexión más fuerte de la que tengo con él…
Pensando en las palabras de Carlota, lo veo que tiene razón. Desde el comienzo que David todas las veces que me vía siempre me invitaba a tomar una copa, contaba chiste durante muchas horas, pasábamos momentos muy buenos. Con ella, él trata de ser simpático, pero nunca ha bromeado tanto con ella como lo hace conmigo. 

miércoles, 29 de julio de 2015

9. Adiós

Pablo

Llego a la recepción de la piscina y para mi sorpresa veo a Carlota caminando mientras bailaba y cantaba bien bajito. Soy atendido por Concepción, pero antes ella comenta a Carlota:
- Carlota, estás tan alegre, niña…
- Eso es bueno, ¿verdad?
- Por supuesto que es… además siendo tú, es muy bueno, estás siempre tan seria…
La señora me atiende siempre de forma muy simpática, me entrega una pequeña hoja con la cuenta de la piscina y yo me dirijo hacía los balnearios.
- Pablo, ¡espera! – grita Carlota – Es que yo tengo que abrir la puerta, los balnearios están cerrados…
- Vale…
Nos fuimos los dos hacía a la puerta del balneario masculino y en el camino yo no pude dejar de preguntar si le había gustado mis canciones:
- Me han encantado, tienes una voz estupenda… - me responde - …eres todo un artista, me he sorprendido de verdad…
- Qué bueno…
- La canción que estaba cantando y bailando en la recepción era tuya… es una de las que me he memorizado mejor…
- ¿En serio?
- Sí…
Ella comienza por darse unos pasitos bailando y luego suelta su voz con algunos versos de Todo lo que quiero:
- C’est la nuit, tú por mi,
Todo lo que quiero, todo lo que yo deseo
Se cumpla junto a ti…
- Lo veo que te ha gustado de verdad…
- ¿Cómo no? Seguro que vas a tener mucho suceso…
- Yo no tengo tanta certeza…
- Pero deberías tenerla… yo he visto tus videos en YouTube… ya tienes inmensas visualizaciones…
Con la llave me abre la puerta del balneario masculino y aquella nuestra conversación terminó allí. En la piscina ya no me la encontré y en la recepción, cuando estaba ya marchándome, Concepción me ha dicho que ella ya se había ido.
Nunca la había visto así tan alegre desde que la conozco y me quedé con la impresión de que ella lleva tan serio sus objetivos de vida que se olvida un poco de disfrutar de la vida. Es algo raro de pensar en esto sabiendo que ella e Isabel son como dos hermanas. Isabel es mucho más despreocupada, pero se nota que también tiene los pies en la tierra.
El clima entre Marta y yo sigue muy raro. Desde ese encuentro con los amigos, dónde estaban Isabel y Carlota que ella está cada vez más fría. Yo también no me bajo mucho hacía sus argumentos. Lo que ella argumenta no tiene sentido y lo sé que ella sabe perfectamente que ellas no tienen intenciones ningunas conmigo.
Intenté arreglar un poco las cosas antes de irme unas cuantas semanas para Madrid. La invité a cenar en un restaurante muy agradable cerco de Torremolinos, pero eso no resultó. Mientras estábamos cenando, no hemos dicho ni una sola palabra. En el final, ella empieza a hablar y todo no acabó de la peor manera:
- Pablo, lo sabes perfectamente que no me gusta esas chicas... pero tú insistes…
- No seas tonta, Marta… ¿ahora no puedo tener amigos? Ya son pocas las veces que estoy junto a ellos y ahora que tengo dos nuevas amigas, haces todo este escándalo…
- ¿Escándalo? Pablo, ¡yo soy tu novia!
- Tener novia no quiere decir que deje de tener amigas, Marta… ¿no te crees que estás demasiado posesiva?
- Ya… ¿posesiva? Yo creo que es mejor darnos un tiempo… hay que pensar…
- Yo también me lo creo que sí… tienes que poner ahí en tu mente de que yo tengo amigos y que no me los podrás quitar…
- Es eso… pues… a ver si en ese tiempo no me das la razón…
- A ver vamos…
- Adiós, Pablo…

8. Celos

Pablo

- No me digas que esta tía…
- Marta, no comiences… - la interrumpo – Ella vino con su amiga, están curiosas para escuchar mis canciones… y es mejor que no hagas otro escándalo…
- A ver vamos… ¿Todavía no te has dado cuenta de lo que ellas quieren?
Yo disfrazo y me dirijo hacía el grupo que me estaba esperando. Todos estaban allí para escuchar mis canciones y en eso yo tendría que concentrarme. Saco de mi guitarra y luego les presento algunas de mis maquetas.
Sin embargo, algunos se levantan y se ponen a bailar, incluso Carlota e Isabel y no podía haber sucedido nada peor para Marta. No les quitaba la mirada ni por nada, pero yo seguí tocando y cantando las canciones.
En poco tiempo se había formado una auténtica fiesta en nuestro grupo. Yo cantaba y todos se divertían con mis canciones. De hecho tuve un feedback muy positivo y la poca confianza que tenía fue aumentando.
- ¡Qué canciones estupendas tienes! – comenta Isabel.
- Ahora ya tenemos a quién llamar para hacer una fiesta… - dice David.
Batían palmas al compás de las canciones y a poco y poco se fueron memorizando algunos versos de algunas canciones. No podía desear mejor reacción, todos me apoyaban y me sentía muy seguro.
Isabel fue de las personas que más habló y demostró su opinión y en el lado opuesto fue Carlota la que menos habló. No lo ha hecho muchas veces, pero fue de las que más bailó y yo podía ver que le estaba gustando. Son dos chicas muy graciosas.
Marta no ha soltado ni una sola palabra. Cuando la miraba, ella me sonreía. Estuve sentada casi a mi lado, sin nunca quitar los ojos de los que estaban bailando, especialmente de las dos chicas que más odia ahora mismo.
- No te quedes enfadada, Marta… - le digo cuando ya estábamos indo a casa.
- Esas chicas… dios mío, Isabel no te ha comido porque no ha podido…
- ¿Para qué tienes tantos celos?
- ¿Yo? Yo solo he comentado, ella se ha…
- Oye… - le interrumpo - … ella y Carlota son dos chicas muy majas y lo saben perfectamente que tengo novia, ¿vale?
- Ellas son atrevidas, esa es la verdad…
- Venga… una elogia mi trabajo, la otra no ha dicho casi nada y se puso bailando… ¿eso es ser atrevidas?
- ¿Ahora las defiendes? Pablo, en serio…
- No las estoy defendiendo… te estás viendo cosas dónde ellas no existen…
- No, no… yo estoy viendo lo que está pasando. Son cosas que tú todavía no te has dado cuenta…
- Pues, que sea… pero no es para que te quedes hecha una estatua totalmente aburrida en el medio del grupo que estaba allí alegremente… al menos podías disfrazar…
- Tengo que dejar muy claro que no me gusta… ellas tienen que darse cuenta de eso…
- En la próxima vez no las invito… al menos me aseguro de que no te quedas enfadada…
- Es lo mejor que podrás hacer, Pablo.